El sueño es tan importante para nuestra vida como lo es respirar y comer, pero no cualquier sueño es suficiente. Así que vamos a ver ¡qué nivel de sueño necesitamos!
Si no comes bien ya sabes lo que pasará. Pues, algo similar ocurre con el sueño, si no duermes bien… tu cuerpo y tu mente se verán afectados de manera negativa, ¡simple!
Dormir «un poco» cada día no es suficiente, para estar bien necesitamos dormir con calidad, algo que solo se consigue con un sueño reparador, continúo y profundo, sin olvidar que la calidad y cantidad pueden variar con la edad.
Los bebés y niños necesitan muchas horas, a esa edad es más fácil y necesario tener sueños más profundos y prolongados. Cuando nos hacemos adolescentes y adultos vamos reduciendo horas, pero los malos hábitos, en especial por el ritmo en que vivimos en la actualidad, van desmejorando la calidad de nuestro sueño. En la tercera edad, por diversos factores, generalmente se nos hace más difícil dormir tal como lo hacíamos cuando éramos más jóvenes (pero esto no tiene que ser así).
Un sueño de calidad es importante porque nos ayuda a que el organismo funcione como tiene que funcionar. Dicen que «los bebés crecen cuando duermen» y tiene todo el sentido, el sueño es una actividad imprescindible para los niños porque les ayuda en su desarrollo y favorece los procesos de atención, memoria y consolidación del aprendizaje.
En los adolescentes es fundamental porque el organismo sufre cambios a nivel hormonal que afectan los patrones de sueño y esto se ve reflejado a nivel emocional. Por ello es fundamental adquirir buenos hábitos desde muy jóvenes para que nos ayuden a dormir mejor (ej. respetar los horarios, nada de tablets, ordenadores ni smartphones antes de ir a la cama, crear un ambiente de descanso y relax, etc.).
Cuando somos adultos dormir es imprescindible, nuestro rendimiento y la energía de cada día están estrechamente relacionados con la calidad del sueño. De hecho hay estudios que indican que dormir bien te ayuda a tener más empatía, ser más positivo y tener un mejor ánimo (te lo digo por experiencia, cuando no duermes bien te puedes volver irritable, conozco a muchos que les sucede y me incluyo). De hecho, hay estudios que podemos encontrar en el Blog Pikolin que afirman que “un aumento de una hora en el promedio de sueño a largo plazo se traducirá en una subida del 16% del salario”, en resumen, existe una relación entre la falta de descanso y la productividad.
Cuando somos mayores son muchos los factores que pueden afectar el sueño, tales como las condiciones corporales propias de la tercera edad.
Así que para estar bien, necesitamos rodearnos de herramientas que nos ayuden a dormir mejor, para descansar como tiene que ser. Hay Apps para móviles que te pueden ayudar a conseguirlo, pero en realidad necesitamos algo tan simple como tener colchones de calidad y en buen estado, adquirir buenos hábitos antes de ir a la cama, hacer actividad física y mantenernos activos durante el día, respetar los horarios de sueño (deberían ser «sagrados»), etc. Si quieres más consejos, aquí tienes 20 claves que te ayudarán a dormir mejor.