Todos estamos más obsesionados con nuestra apariencia de lo que nos gustaría admitir. Pero esto no es un indicador de ‘vanidad’. Vanidad significa presunción, un orgullo excesivo de nuestra apariencia. La preocupación por la apariencia es bastante normal y comprensible. Las personas atractivas tienen claras ventajas en nuestra sociedad. Los estudios demuestran:
– Los niños atractivos son más populares, tanto con los compañeros y profesores. Los maestros dan evaluaciones más altas a la labor de los niños atractivos y tienen mayores expectativas de ellos (lo que ha demostrado que mejora el rendimiento).
– Los solicitantes atractivos tienen más posibilidades de obtener un trabajo, y de recibir salarios más altos.
– En los tribunales, las personas atractivas son declaradas culpables con menos frecuencia. Cuando se les declara culpables, reciben penas menos severas.
– El ‘sesgo de la belleza’ opera en casi todas las situaciones sociales -todos los experimentos demuestran que reaccionamos más favorablemente a las personas físicamente atractivas.
– Creemos en el estereotipo ‘lo que es bello es bueno’ – algo irracional pero es una creencia profundamente arraigada que las personas físicamente atractivas poseen otras características deseables, como la inteligencia, la competencia, las habilidades sociales, la confianza incluso la virtud de la moral.
Por todo lo expuesto anteriormente, no es de extrañar que el atractivo físico sea de gran importancia para nosotros.
La preocupación por la apariencia no es sólo una aberración de la cultura occidental moderna. Cada período de la historia ha tenido sus propias normas de lo que es y no es hermoso. Cada sociedad contemporánea tiene su propio concepto distintivo del ideal de los atributos físicos. En el siglo 19, ser hermoso significaba que se llevaba un corsé -causando problemas digestivos y de respiración. Ahora tratamos las dietas y el ejercicio en la moda de la figura -a menudo con consecuencias aún más graves.
Pero a pesar que nos asemejamos a nuestros antepasados y otras culturas en nuestra preocupación por el aspecto, existe una diferencia en el grado de preocupación. El progreso de la tecnología (photoshop, edición de imágenes, etc.), y en particular, el aumento de los medios de comunicación (modelos en TV, revistas, publicidad, etc.) ha causado preocupaciones ya que el acto normal de cómo nos miramos se ha convertirdo en obsesión.
Incluso las personas muy atractivas no se pueden mirar en el espejo de la ‘vanidad’, sino de la inseguridad. Olvidamos que hay inconvenientes para ser atractivo: las personas atractivas están bajo mucha presión para mantener su apariencia. Asimismo, los estudios demuestran que las personas atractivas no se benefician de la ‘parcialidad de la belleza’ en términos de autoestima. A menudo no confían en el éxito de su trabajo o talentos, ya que creen que las evaluaciones positivas son influenciadas por su apariencia.
¿Qué opinas de la obsesión por verse bien del mundo actual?
Vía | SIRC