Todo año nuevo empieza con la ilusión de abandonar esos viejos hábitos que no nos benefician, para empezar nuevas y saludables rutinas que nos ayuden a sentirnos mejor, llenos de vitalidad, energía y con toda la fuerza que necesitamos para cumplir nuestros objetivos. Es aquí donde (con optimismo) nos trazamos nuevas metas, elaboramos planes de acción e intentamos ejecutarlos; pero poco a poco nuestras aspiraciones de una vida saludable quedan relegadas a segundo y hasta tercer plano, entre las responsabilidades cotidianas ¿Te suena familiar esta situación?
Bueno, no hay nada de que preocuparse, lo más importante es ser consciente de lo que nos está sucediendo y entender la importancia de mantenernos sanos y de cómo pequeños cambios en nuestras rutinas diarias, pueden marcar la diferencia
Hablan los expertos
Según las observaciones de la Organización Mundial de la Salud: “La inactividad física es el cuarto factor de riesgo en lo que respecta a la mortalidad mundial (6% de las muertes registradas en todo el mundo). Por ello, recomiendan realizar un mínimo de 150 minutos de ejercicio aeróbico en la semana de actividad física”. Recordemos entonces algunos beneficios de mantener un nivel adecuado de actividad física regular, entre ellos:
-Previene complicaciones cardiovasculares
-Aumenta la sensación de bienestar psicológico, previniendo la depresión y el estrés.
-Es clave para el equilibrio calórico y ayuda a mantener el peso.
-Reduce el riesgo de cáncer de mama y colon
Claramente sobran motivos para, por lo menos, intentarlo, así que atención a estos sencillos trucos para iniciarnos en un estilo de vida más activo y saludable:
• Si eres ama de casa o trabajas desde casa, no hay excusas para no moverte; así que cada vez que debas salir empieza a usar las escaleras en lugar del ascensor, una bicicleta fija es también una excelente opción mientras ves televisión. Recuerda no permanecer más de dos horas sentado, párate y estírate!
• Si por el contrario, sales todos los días de casa, empieza por cambiar la manera en que te desplazas, caminar debería ser siempre la primera opción, pero si las distancias son demasiado largas entonces cambiar el carro por la bicicleta es una buena alternativa (además de ser amigable con el medio ambiente ); si es imposible para ti, entonces intenta estacionarte lejos de los lugares a los que vayas, o si vas en bus, bájate un par de paradas antes, así tendrás que caminar. Recuerda mantenerte hidratado, usar protector solar y escuchar tu música favorita!
• En la oficina puedes también informarte si existen convenios con centros deportivos, o si se forman equipos para jugar entre empresas (fútbol, voleibol, béisbol). Si no, puedes sugerirlo, así como plantear la adecuación y equipamiento de algún espacio para ejercitarse.
• Si tienes niños o mascotas, te sacaste la lotería, nada mejor que aprovechar la energía que tienen para aumentar tu nivel de actividad; jugar al fútbol, nadar, correr con ellos es una manera divertida de moverse y afianzar lazos. Haz de los paseos con tu mascota el momento ideal para caminar por el parque, trotar o lanzar la pelota.
• Reducir el tiempo que pasas al teléfono chequeando las redes sociales, sentado frente a la computadora o el televisor, para hacer actividades al aire libre es una estupenda elección. Si eres aficionado a la tecnología, entonces aprovecha las plataformas web, apps, entrenadores virtuales para motivarte y gastar energía.
• Rodearse de gente activa es una manera muy inteligente de mantenerse motivado, unirse a los grupos que hacen yoga en el parque, trotan, o a esa clase de baile en la que tanto te gustaría participar; ¿Qué esperas? Además de hacer actividad física es una manera de socializar y conocer gente nueva.
Definitivamente no hay excusas para implementar algunos de estos pequeños cambios en tu rutina diaria y mantenernos más sanos. Si tienes otras recomendaciones, no dudes en comentarlos abajo y si te gustaron los consejos compártelos en las redes sociales con tus amigos.
Entonces, ¿cuándo comienzas?