El ajo tiene una acción muy amplia. Desde condimento hasta prevención de enfermedades. Es una planta herbácea y bulbosa originaria de Asia que tiene los siguientes principios activos: alicina, alinasa, inulina, nicotinamida, galantamina; ácidos fosfórico y sulfúrico, provitamina A, vitaminas del complejo B y vitamina C, proteínas y sales minerales.
Según la fitoterapeuta Berenice Cunha Wilke, tiene las siguientes propiedades:
– Es un poderoso expectorante y previene infecciones, por lo que es indicado contra el resfriado y como auxiliar en el tratamiento de complicaciones en las vías respiratorias.
– Es vermífugo (combate los parásitos).
– Actúa en el tratamiento de la hipertensión arterial leve, en la reducción de los niveles de colesterol y en la prevención de enfermedades arteroesclerósicas.
– Es diurético.
– Actúa contra las picaduras de insectos.
– El compuesto ajoeno, reduce los radicales libres.
– El ajo es rico en selenio y zinc, los cuales mejoran la acción del sistema inmunológico; por sus dosis de vitamina C y de moléculas de la familia del azufre estimulan la formación de nuestras células de defensa.
De preferencia el ajo debe ser ingerido crudo, pues al ser cocido, sustancias volátiles como la alicina pierden su efecto. Se recomienda el consumo de 600 a 900 miligramos de ajo diariamente, lo que equivale a un diente grande.
Importante: un diente de ajo (3g) tiene un IF de 109 (anti-inflamatorio)
Extraído de la revista Vida Nutrilite Venezuela, p. 17, Año 2 – No. 7 – Marzo 2006. Imagen extraída de sciencenews.org