Cuando se cierra el año es habitual echar la vista atrás para hacer balance, ver cómo nos ha ido, qué logros hemos tenido o qué hemos dejado atrás. Y con la llegada del nuevo año es frecuente, también, que hagamos una “lista” de deseos para el nuevo año: organizarnos ese viaje que aplazamos una y otra vez, perder peso, apuntarse al gimnasio, leer más….Son algunos de los propósitos más “pedidos” y también son los que con más frecuencia y rapidez se desvanecen.
Desear algo no es suficiente. Si bien es cierto que es un primer paso para analizar nuestro ser interno y para ver qué aspectos de nuestra vida queremos mejorar – no sólo a nivel material, sino especialmente a nivel espiritual o personal -, es importante que se complemente con un punto de vista más realista. Una vez hemos detectado qué es lo que anhelamos en nuestro momento presente es necesario ponerse en marcha. No sirve de nada desear y quedarse esperando, en actitud pasiva, a que las cosas lleguen, para luego frustrarse y quejarse si ello no sucede así. Los propósitos que queramos conseguir y que vienen de lo más profundo de nuestro ser necesitan un esfuerzo, un trabajo diario, conciencia en cada momento.
Cuando pedimos algo que nos falta es importante que seamos conscientes de lo que realmente estamos deseando. La petición debe ser realista – que esté a nuestro alcance – y concreta, intentando evitar las generalizaciones o propósitos demasiado amplios. Por ejemplo, todo el mundo desea ser feliz, pero si se plantea de esa forma tan abierta es posible que no sepamos cómo concretarlo en nuestra vida y que tengamos dificultades para encontrar la forma de disfrutar de esa felicidad. Proponerse ser más feliz o disfrutar más en el ámbito laboral, por ejemplo, sería un propósito concreto que brindaría la oportunidad de explorar actitudes, habilidades, acciones e ideas que nos permitan alcanzar ese estado. Por eso la reflexión previa sobre lo que realmente queremos es la base para lograr un buen trabajo personal y para esforzarse por conseguir lo que queremos, sin olvidarnos de intentar disfrutar del camino a cada instante….
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