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Errores Más Comunes que Cometemos al Meditar

hombre sentado con los ojos cerrados

Meditar es una práctica milenaria que nos trae muchísimos beneficios para la salud. Recordemos que así como cuidamos nuestro cuerpo es también necesario ejercitar y mantener nuestra mente en óptimas condiciones.

Para nadie es un secreto que la meditación se ha convertido en una práctica universal y cada día más y más personas se suman a las filas comunes de los aficionados a este estilo de vida. A pesar de los errores que seguramente cometeremos al empezar, si nos mantenemos firmes en nuestros propósitos lograremos gozar de todas las bondades de esta terapia alternativa.

¿Qué es la Meditación?

Son un conjunto de prácticas de naturaleza intelectual que buscan promover estados de relajación y desconexión de la mente, con respecto a los pensamientos (que suelen ser abrumadores), con el fin de estimular la atención , la creatividad, la conciencia del presente, y desarrollar cualidades que nos permitan vivir en armonía. Dependiendo del contexto en el que se de la meditación puede tener distintos significados, es decir, en la práctica la meditación ha estado asociada a diferentes religiones, tales como: el budismo, cristianismo, hinduismo, islamismo y paganismo.

Cabe destacar que la meditación no es una religión y que cualquier persona que sienta la necesidad de procurarse estados mentales positivos puede tranquilamente unirse a esta práctica.  En la actualidad, el acto de meditar se ha ganado un lugar en medios seculares, escenarios como el de la salud,  recomiendan su uso para tratar enfermedades como la depresión, ansiedad, presión alta, estrés, entre otros.

Beneficios de la Meditación:

Los motivos de las personas para meditar varían, pero una vez que empiezan a disfrutar de las ventajas, deciden profundizar y se convierte en un hábito súper saludable. La ejecución constante de este entrenamiento nos trae múltiples beneficios para nuestra salud, relaciones interpersonales y sentido de la autorrealización.

La ciencia ha demostrado que aprender a meditar tiene efectos significativos en la estructura y actividad cerebral de quienes la practican, lo que a su vez conlleva a estados de lucidez mental, mayor capacidad de concentración, aumento de la memoria, regula estados de estrés, reduce la distracción mental, estimula el pensamiento creativo, nos conecta con el presente (permitiéndonos ver oportunidades que por estar pensando en el pasado o en el futuro, no vemos), aumenta las capacidades intelectuales, estimula zonas del cerebro asociadas a la felicidad, se relaciona con cambios en la actitud hacia positivo fomentando conductas de benevolencia, empatía y tolerancia social.

De seguro, con todos estos beneficios ya se deben sentir más animados para intentar meditar si no lo han hecho, o comprobar que van por el camino correcto y les den aún más ganas de continuar la práctica. Sin embargo, existen muchas personas que no logran conectar con este proceso, y eso suele deberse a unos errores bastante comunes que cometemos cuando empezamos a meditar. La idea es reconocerlos, ser conscientes de ellos y empezar a superarlos para que podamos alcanzar la paz mental.

Errores más comunes a la hora de Meditar:

Aunque parezca, meditar no es nada fácil. El simple acto de sentarse a buscar la desconexión y la paz mental, requiere de un enorme esfuerzo, estamos tan programados para siempre estar haciendo algo que apenas cerramos los ojos llegan todos los pensamientos, pendientes, sueños, anhelos, frustraciones y pare de contar. Entonces, para que por nada del mundo se pierda la oportunidad de entrar en este mundo de bienestar, aquí les mencionamos algunos de los errores más comunes que se cometen cuando empezamos a meditar:

No reconocer que somos principiantes:

Esto es muy común y lo que sucede es que al ser principiantes no buscamos el momento adecuado para la práctica y creemos que podemos realizarla abruptamente, en cualquier momento del día, pero no es así. Como no tenemos experiencia, realmente no sabemos como empezar a meditar, debemos tomarnos el tiempo necesario para calmarnos antes de empezar a meditar. Una persona experimentada pudiera sin problemas meditar sin necesidad de tomarse un tiempo para relajarse. También es bastante común que no se escoja apropiadamente el lugar para llevar a cabo la práctica, se necesita un espacio sin distracciones.

Desistir ante los primeros intentos:

Bien sea, porque no logramos concentrarnos, o no conseguimos una posición cómoda, o cualquiera que sea la razón, solemos desistir muy pronto de las prácticas si nos cuestan. Es importante recordar, que esta es una práctica para toda la vida, y debe hacerse poco a poco (3 veces a la semana para empezar) y progresivamente (primero 10 minutos diarios hasta llegar a 25 minutos diarios, por ejemplo)con constancia. Es la única manera de ver resultados.

No escoger el canal adecuado:

¡Suele suceder que no damos con el canal adecuado y tampoco damos chance de llegar a descubrirlo! Al principio no sabemos si la práctica fluye mejor con los audios de meditaciones guiadas en casa, con las aplicaciones móviles o aquellas clases de meditación a las que fuiste con tu amigo. Debemos tener mucha paciencia y pues como nadie nos conoce mejor que nosotros mismos, pensar entonces hacia que modalidad nos inclinamos más y escoger una. Lo más recomendable es conseguir un buen maestro que nos de buena vibra y transmita paz. De cualquier manera cada proceso es individual y la idea es descubrirlo en el camino.

No conocer los métodos:

Existen innumerables métodos que nos enseñan como meditar, Buda enseñó casi 90.000 maneras diferentes de sosegar las emociones abrumadoras.  Hay muchísimas maneras  de entrar en meditación: Utilizando un objeto como catalizador, recitando un mantra, observando la respiración; se puede practicar bien sea la meditación zen,  taoísta, meditación mindfulness, meditación vipassana, biorretroalimentación, meditación hoponopono, meditación trascendental, yoga, meditación para niños  y pare de contar. Es importante, realizar una investigación y escoger el tipo que mejor se adapte a nuestras necesidades o curiosidad.

Expectativas irreales:

Mucha gente espera alcanzar la iluminación a la semana, o menos , de haber empezado a meditar. El ritmo en que vivimos exige respuestas inmediatas de nuestra parte, casi todo el tiempo, por eso es normal que pensemos que en poco tiempo obtendremos resultados. Por lo menos, 66 días deben pasar para adquirir un hábito, y para lograrlo debemos ser constantes. Es importante, entonces mantener nuestras expectativas lo más ajustadas a la realidad.

Luchar en contra de los pensamientos:

Es lo más natural cuando estamos intentando poner nuestra mente en blanco, siempre van a llegar los pensamientos, y mientras más nos empeñemos en resistirnos a ellos , más difícil será desconectarnos. Entonces, lo ideal es dejarlos fluir, no tratar de controlar, reconocerlos, y ya verán como se disipan más temprano que tarde.

Negatividad:

Naturalmente, la negatividad es contraria a cualquier práctica o a cualquier iniciativa. Sin embargo, es necesario mencionarla porque si somos pesimistas ante nuestras inconsistencias a la hora de meditar, es posible que nunca logremos practicar con la frecuencia necesaria para ver resultados. Entonces, si por X razón no hemos logrado meditar un día o dos, no hay de qué preocuparse, siempre se puede empezar de nuevo y comprometernos con el proceso.

Todos sabemos que construir hábitos saludables es necesario para nuestro bienestar, pero también sabemos que es un proceso que requiere compromiso, y que en este mundo agitado de hoy, puede ser complicado conseguir el tiempo. Para que no tengan excusas entonces, te damos algunos consejos para que las prácticas sean cada vez más productivas.

Tips para Meditar:

  • Buscar el lugar apropiado para meditar es importantísimo. Debemos acondicionar un espacio en el que sepamos no transita gente, lo ideal es que sea un espacio cómodo, limpio, iluminado u oscuro (dependiendo de tus gustos y preferencias). Poco  a poco, podemos ir agregándoles detalles y de seguro se convertirá en uno de nuestros espacios favoritos. La música para meditar y los audios de meditación nos ayudan a establecer la atmósfera ideal. También los mantras para meditar son una excelente opción para ayudarnos a aumentar la concentración.
  • Establecer una rutina para meditar, con horario y días asignados nos ayuda un montón a conseguir resultados más rápidos. Debemos comprometernos y no verlo como una obligación, es un tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos.
  • Buscar un curso de meditación cerca a tu casa, oficina o escuela, es una excelente idea, además de conocer gente podemos tener la guía de un maestro experimentado y compartir experiencias con la comunidad.
  • Proponle a tu pareja, amigo(a), primo(a), vecino, mamá o papá que te acompañe a meditar. De esta manera podemos afianzar lazos y compartir la experiencia.
  • Siempre vestir ropa cómoda que nos permita respirar con tranquilidad.
  • Escoger la postura más cómoda para nosotros es fundamental, por lo general, la más usada es la posición de loto. Sin embargo, tenemos toda la libertad de escoger la postura que mejor nos siente para la práctica.
  • Persistir y no desistir en los primeros intentos. Debemos recordar que si en principio estamos buscando esta práctica, es por que la necesitamos, entonces armarnos de paciencia es fundamental para tener éxito.

Si queremos llevar un estilo de vida saludable no podemos descuidar nuestro estado mental, recordemos que todo empieza en la mente, y como nos sintamos va a determinar otros aspectos importantes de nuestras vidas. Si te ha gustado este artículo, no dudes en compartirlo en tus redes sociales.

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