La industria de la comida sana se ha fundado en una premisa básica: Si tomas antioxidantes en una píldora, vivirás más tiempo.
Según un estudio a largo plazo de la Escuela Médica de Harvard eso no es suficiente. Un artículo publicado en los Archives of Internal Medicine (volumen 167 pp 1610-1618) la semana pasada, trató sobre más de 8.000 mujeres de riesgo elevado (habían tenido ya un derrame, ataque del corazón o varios factores de riesgo) que fueron seguidas más de nueve años y tomaron vitamina E, vitamina C o betacaroteno de manera individual o en combinación. El resultado fue que estas vitaminas no tenían ninguna ventaja en la prevención de un ataque del corazón. Pero al mismo tiempo sabemos que la gente que come cantidades más altas de frutas y vegetales están protegidas contra ataques del corazón. ¿Por qué la desconexión?
La gente tiende a olvidarse que los químicos que dan a las frutas y vegetales su color son llamados polifenoles, un tipo de fitonutriente. No son vitaminas, sino que en altas concentraciones, son agentes antiinflamatorios que inhiben la activación de la respuesta inflamatoria de las células. Puesto que es la inflamación, y no la oxidación la que conduce a una enfermedad cardíaca, sin los polifenoles adecuados en la dieta no vas a ver muchas ventajas. Además, los polifenoles tienen estructuras tan complicadas que no los puedes sintetizar como vitamina E, vitamina C y betacaroteno. Esto significa que son generalmente demasiado costosos para la industria de la comida sana.
Pero, ¿cómo consigues suficientes polifenoles? Primero, come muchas frutas y vegetales que sean muy coloridos, cómo en el caso de la Dieta La Zona. Segundo, aumenta tu dieta con polifenoles adicionales como suplemento. Finalmente, toma niveles adecuados de EPA y DHA como último antiinflamatorio de la naturaleza. Así es cómo reduces el riesgo de enfermedad cardíaca.
Vía | drsears.com