Los guisantes son fuente de proteína vegetal sin grasa
En primavera están en su mejor momento para consumirlos frescos, con granos pequeños, tiernos y dulces. Una forma muy ligera de tomar legumbres.
¿Por qué debemos comerlos?
– Impiden la absorción de las grasas, reduciendo el colesterol ‘malo’.
– Contienen un flavonoide, la quercitina, que ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares.
– Actúan como revitalizantes, por su contenido en proteínas.
– Tienen mucha fibra dietética, que actúa como laxante para combatir la pereza intestinal y son muy saciantes.
– Frenan el ritmo de la digestión y aportan el azúcar a la sangre de forma gradual.
– Son una excelente fuente de vitamina B, imprescindible para el buen funcionamiento del sistema nervioso.
– Sus ácidos nucleicos tienen un efecto rejuvenecedor.
– Son muy ricos en hidratos de carbono y, por tanto, muy energéticos.
¿Qué te aportan los guisantes?
– 62 calorías por 100 g.
– Minerales: una gran cantidad de hierro, potasio, calcio, fósforo y magnesio.
– Vitaminas del complejo B, C, ácido fólico y carotenos.
– Fibra soluble.
– A diferencia de la gran mayoría de las verduras, también aportan proteínas, en este caso de origen vegetal, sin una gota de grasa.
– Mucha energía, por su riqueza en carbohidratos (almidón) y glúcidos.
Cuidado…
Para que no se oxiden y pierdan vitaminas, una vez desgranados, cuécelos con muy poco agua y sólo unos minutos. Fíjate que las vainas de los guisantes no estén muy hinchadas, ya que son un signo evidente de que son viejos.
Fuente: VIVE, Especial Dieta Segura, pág. 10