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Frutas de la belleza

La fruta, dulce, jugosa y con notas sensuales, es una fuente de belleza inagotable que nutre, limpia y tonifica la piel. La mejor forma de beneficiarse de todas sus bondades es consumiéndola fresca, aunque sus propiedades también están presentes en las nuevas fórmulas cosméticas.

La fruta es el único alimento que aporta al organismo los mayores beneficios de manera directa.

La naranja, potente antioxidante

Los beneficios de la fruta son incalculables. Su aporte nutritivo está muy valorado, ya que en su composición cuenta con abundantes sales minerales -calcio, sodio, potasio, fósforo, hierro-, los hidratos de carbono y vitaminas.

Naranja: el agua de su flor hidrata la piel a la par que la limpia y la tonifica. Esta fruta favorece el incremento de colágeno, responsable de la firmeza de la piel, al mismo tiempo que fomenta la buena cicatrización. Su alto contenido en vitamina C aumenta su poder antioxidante, retrasando el envejecimiento prematuro.

La ciruela es diurética y descongestiona el hígado; la mandarina, digestiva y tónica; la naranja va bien en los procesos gripales y el plátano -un poderoso antidiarreico es muy digestivo y se recomienda a los celíacos.

Y así se sirven del membrillo para combatir las arrugas faciales; de la fresa para aclarar, suavizar y nutrir la tez; de la uva como limpiadora; y del plátano como producto nutritivo y mineralizante, sobre todo para las pieles secas, agotadas y sin brillo.

El albaricoque es refrescante y limpiador, el mejor «peeling» natural; el limón, astringente, refrescante y aclarador, además de un buen tónico para la piel grasa; y el melocotón -suavizante y limpiador- es una excelente mascarilla para pieles fatigadas.

La piña combate la celulitis

Aguacate, coco, piña, papaya, mango o guayaba, frutas tropicales que contienen vitaminas, fibras y sales minerales, y su ingesta ayuda a reducir la grasa y el colesterol.

Estas frutas poseen una cantidad de agua cercana al 93 por ciento del peso total, muy ricas en ácido ascórbico, y con un alto contenido en carotenoides, pigmentos vegetales con capacidad antioxidante.

El caqui, la chirimoya o el kiwi son la fuente natural más concentrada en vitaminas, sales minerales, elementos fitoquímicos y fibras, sobre todo pectina y mucílagos.

El valor energético de esta clase de frutas está determinado por el contenido en hidratos de carbono simples -glucosa, sacarosa y fructosa-, aunque la proporción es diferente en función de las especies.

En cuanto a las vitaminas, las frutas tropicales son muy ricas en ácido ascórbico o vitamina C, hasta el extremo de ser la segunda fuente más importante después de los cítricos. Una vitamina presente en muchas cremas de belleza que aportan hidratación y luminosidad.

Fuente: «Que pasa La Única», Nro. 27, Marzo 2007

1 pensamiento en “Frutas de la belleza

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