«Tú decides cuando envejecer…» La acumulación de años no tiene por que ser sinónimo de vejez, ni la vejez sinónimo de enfermedad. Los hábitos, la alimentación y el ejercicio pueden ponerle freno a ese proceso natural del ser humano.
Llegar a la condición de «adulto mayor» trae consigo la acumulación de una serie de experiencias y de sabiduría, pero también acarrea una serie de riesgos de contraer enfermedades características de la edad. El Dr. Jesús Mazzei, Geriatra, Gerontólogo, Pdte. Sociedad Médica de Geriatría y Gerontología, y Miembro del Comité Internacional de Geriatría, nos explica que la vejez no es una enfermedad, «lo que pasa es que en el viejo es más fácil que se acumulen enfermedades» Así como en el niño se van acumulando defensas, el adulto mayor las va perdiendo a medida que va envejeciendo». Es precisamente allí donde surgen una serie de males que regularmente se asocian con la edad pero que puede sufrir cualquier persona sin importar los años.
«Cuando uno va envejeciendo, y ya pasa de los 60 años, ha venido acumulando las malas alimentaciones, los vicios, lo hábitos, una serie de procesos, de alteraciones que pueden ser cada vez más degenerativas. Aunque en el sentido del envejecimiento, yo considero que el individuo parte ya con una determinada edad, y que tiene relación con el resto de la familia, es decir, con la herencia y la genética», nos explica el Dr. Mazzei.
La independencia nos hace más sanos
Según el Dr. Jesús Mazzei, el individuo independiente es un individuo menos propenso a las enfermedades. «¿Qué es lo que uno anhela más desde que tiene contacto con el mundo exterior? La independencia. Ser independiente física y mentalmente. Entonces el anciano que pierde esa independencia, entra en la inamovilidad y entra en una crisis de enfermedades. El ejercicio físico es primordial, elemental, nunca debería dejar de hacerse y no causa ningún problema. El que tiene actividad física está menos propenso a enfermarse y a la vez está muy cerca de mejorar todos aquellos procesos que ya se hayan iniciado… por ejemplo, todas las enfermedades cardiovasculares, con el ejercicio se disminuyen, las enfermedades artríticas, artroscópicas, todas… las enfermedades ostero-músculoarticulares, todas mejoran con la actividad física».
En definitiva lo importante es que, sin mirar la edad que se tenga, toda persona practique algún tipo de ejercicio físico que le de fortaleza y flexibilidad al cuerpo, y claridad y lucidez a la mente. La manera como vayas a envejecer en buena medida está en tus manos.
Fuente: Fortius, Julio 2008.
Imagen: mcohen.chromiste