Seguramente en tu correo electrónico te habrán llegado ofertas de medicinas, ya sea para perder peso, aumentar el deseo sexual, curar la gripe, etc. Pues, la compañía MarkMonitor analizó más de 3.000 sitios en Internet que vendían medicinas y encontró que muchos no requerían prescripción médica. Automedicarse va en contra de lo que dicta la Organización Mundial de la Salud.
Otros aspectos que reveló el estudio, es que sólo cuatro sitios contaban con el sello VIPPS®, Verified Internet Pharmacy Practice Site (que significa «sitio verificado de práctica farmacéutica en Internet»). Por otro lado, algunos productos presentaban una calidad dudosa ya que no tenían un sello de verificación y el contenido de algunos medicamentos no correspondía con lo indicado en la etiqueta del producto (esto puede explicar porque existe una diferencia tan notable en los precios).
Actualmente, los expertos afirman que «la única forma de luchar contra este problema es indicándole a las personas que adquirir medicamentos por Internet significa un riesgo para la salud.»
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Como profesional del sector confirmo que detrás de las «farmacias virtuales» no hay un profesional que cuida su salud y bienestar.