En el actual mundo digital, son muchas las herramientas que tenemos para estar informados y en constante reinvención. Los beneficios de la globalización han sido diversos y bastante provechosos para el mundo de los negocios, la tecnología y nuestro avance como sociedad. Sin embargo, todos estos avances y canales comunicacionales que se han abierto, como las Redes Sociales, también tienen su lado oscuro y no tan bueno para nuestra salud, por ejemplo, el abuso en el uso de la tecnología nos está llevando hacia el sedentarismo. 
Hagamos un ejercicio, pensemos en cuántas horas le dedicamos a revisar facebook, instagram, twitter, el correo electrónico, y sin hablar de todas las otras apps que existen y se adueñan de nuestro tiempo libre, e incluso, de nuestro tiempo de descanso. Si a los adultos les afectan estas rutinas digitales, a los niños les afectan aún más y debemos estar muy atentos para usar la tecnología a nuestro favor y que no termine afectando nuestra salud.
Antes del Boom de la Tecnología
Muchos deben recordar cómo eran las cosas antes del boom tecnológico de esta nueva era. Solíamos comunicarnos por cartas, lo que nos ayudaba a desarrollar nuestra creatividad y practicar nuestra ortografía; no teníamos teléfonos celulares y nos comunicábamos cara a cara, siempre buscando lugares de encuentros; y siempre quedábamos para jugar fútbol en la cuadra, montar bicicleta en grupo, o jugar al escondite con los amigos de siempre.
Ahora el panorama es bastante diferente, y con comunicarnos a través de monosílabos por celular, vernos por Skype aún viviendo en la misma ciudad, y jugar Candy Crush en línea, tenemos. Esto es bastante preocupante, ya que este tipo de interacciones dejan muy poco para el movimiento real, y estas actividades promueven la inactividad física.
¿Estamos Abusando de la Tecnología?
Como en toda problemática, lo principal es reconocer que tenemos un problema, para luego enfocarnos en la solución. Por eso, si presentamos varias de las siguientes conductas, probablemente sea el momento de tomar las riendas de la situación.
1- Alteraciones de sueño:
El pasar tantas horas expuestos ante las pantallas de los dispositivos electrónicos, e incluso, desvelarnos viendo cosas en la web, puede generar alteraciones en los ciclos de sueño y vigilia. Es importante recordar que si no dormimos bien, no funcionamos bien.
2-Aumento de peso:
Si observamos que nuestros hábitos alimenticios han cambiado y que progresivamente venimos aumentado de peso, es momento de analizar las causas de estos cambios. Puede ser que seamos víctimas de la publicidad y terminemos consumiendo todo tipo de alimentos chatarras que no son para nada nutritivos, y por el contrario, pueden causar sedentarismo, obesidad y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
3-Disminución de la Actividad Física:
Estar expuestos a todo este despliegue tecnológico, y tener acceso a la vida de tantas personas, a través de las redes sociales, por ejemplo, nos puede dar una falsa ilusión de movimiento y hacernos pensar que no es importante que nos movamos hoy, que podemos hacerlo mañana; y así va sucediendo hasta que nunca hacemos nada al respecto.
4-Problemas de Autoestima:
El estar expuestos a toda esta información, puede hacernos sentir inseguros de nosotros mismos, nuestras vidas, trabajos, familia, pareja, por estar todo el tiempo comparándonos con otros más exitosos, bonitos o adinerados. Si estamos experimentando estos sentimientos debemos estar muy atentos y consultar a un especialista. También es importante recordar que mucho de lo que vemos en las redes sociales o la web, sencillamente, no es real.
Usar la Tecnología a nuestro favor
Una vez que nos damos cuenta de que estamos abusando de la tecnología y que esto nos está trayendo complicaciones físicas y emocionales, lo mejor es alejarnos y concentrarnos en reconstruir la relación con nuestro cuerpo y mente. De hecho, si hacemos uso inteligente de la tecnología, no tenemos por qué dejarla para siempre, por el contrario, podemos utilizarla como una aliada para aumentar nuestra actividad física, alimentarnos mejor, y sentirnos bien con nosotros mismos.
Podemos apoyarnos en la tecnología, desde buscar información que nos ponga en contacto con algún especialista que nos pueda ayudar a superar nuestras inseguridades, hasta utilizar las aplicaciones para hacer ejercicio, yoga, meditación, aprender a cocinar comida saludable, meternos en grupos para realizar paseos o entrenar algún deporte.
Lo importante es sentirnos bien con nosotros mismos y no permitir que todo este avance nos aliene. De hecho, en los últimos tiempos, se ha evidenciado un interés genuino por eliminar el flagelo del sedentarismo. La familia es el núcleo donde se gesta el cambio, desde donde se puede dar el ejemplo a nuestros hijos, enseñarles la importancia de hacer ejercicio, comer bien, dormir las horas necesarias, limitar las horas de navegación y el uso de dispositivos electrónicos.
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