¿Té o Café?

El café y el té son dos bebidas social y culturalmente relevantes en nuestra sociedad. Ambas comparten un efecto estimulante sobre el organismo, pero existen diferencias importantes entre ellas que quizá nos hagan decantarnos por una u otra:

Café:

• Contiene entre 75 y 150 mg de cafeína por taza. Se aconseja no tomar café después del mediodía, ya que puede dificultar la conciliación del sueño al llegar la noche. La cafeína puede provocar insomnio o, aunque se esté dormido, puede hacer que el sueño no entre en la fase reparadora o entre durante poco tiempo. Esta fase es muy importante, ya que en ella se produce la reparación celular, la metabólica y el refuerzo del sistema inmunitario.
• Una taza de café en el desayuno despeja e incrementa las capacidades cognitivas.
• No aporta calorías pero tampoco adelgaza. Podríamos decir que entretiene la sensación de hambre.
• Su consumo tras las comidas facilita la digestión debido a que la cafeína activa las secreciones gástricas y la movilidad intestinal. Este efecto se multiplica, en algunas personas, y se manifiesta como quemazón y acidez de estómago, diarreas o efecto laxante y diurético.
• Al favorecer las contracciones musculares retarda la fatiga y, además, aumenta la capacidad y la frecuencia de las respiraciones.
• No es recomendable para las personas con insomnio, cistitis, hipertensión, acidez de estómago, diarreas, colitis ulcerosas y otras alteraciones intestinales. En dosis elevadas y en personas sensibles puede producir palpitaciones y aceleración cardíaca.
• El café descafeinado en grandes cantidades puede resultar tóxico por los residuos de los disolventes químicos que se utilizan para descafeinarlo.
• Añadir leche al café favorece la indigestión.

Té:

• Contiene 50 mg de teofilina de una taza de té, substancia similar a la cafeína. Al ser excitante y estimulante puede provocar la misma sintomatología que ésta: nerviosismo, insomnio, palpitaciones, etc.
• Contiene taninos (100 mg por taza), un astringente vegetal con efectos protectores de la mucosa gástrica cuya función principal es aligerar las digestiones pesadas.
• La extracción de la teofilina y los taninos depende del contacto con el agua caliente. El 75% de la teofilina y el 30% de los taninos pasan al agua en los tres primeros minutos de infusión. Un mayor tiempo de infusión no incrementa la teofilina pero sí la concentración de taninos.
• El té es diurético, digestivo y astringente.
• Presenta propiedades bactericidas y ayuda a reducir el colesterol. En concreto los catecoles del té verde (especialmente uno llamado EGCG) podrían ayudar en las enfermedades coronarias debido a sus efectos sobre el colesterol “malo” o LDL.
• Por su alto contenido en antioxidantes ayuda a bloquear la formación y crecimiento de los tumores, siendo también un aliado en la prevención del cáncer.

Fuente: Diari «Ara», 19 noviembre 2011
Imagen: m24digital.com