Según el Centro de Investigación sobre Fitoterapia, en España una de cada tres personas consume plantas para prevenir o tratar distintos problemas de salud. Si bien es cierto que no pueden considerarse un “producto milagroso”, son útiles en problemas cotidianos como los resfriados, el estrés o los problemas digestivos . De hecho, hay que tener muy en cuenta que las plantas no son inocuas y que pueden provocar efectos secundarios o incluso interacciones no deseables con determinados medicamentos. Por este motivo es recomendable consultar con un médico y un fitoterapeuta o naturópata el uso de plantas cuando no hablamos de simples dolencias, en casos de embarazo, cuando los síntomas persisten o se agravan o cuando estamos tomando medicación por alguna enfermedad crónica (hipertensión, colesterol, diabetes…).
La pasiflora está indicada para el insomnio ocasional, los despertares nocturnos, la ansiedad y el estrés gracias a su contenido en flavonoides y alcaloides. Previene los espasmos nerviosos y se utiliza en procesos de deshabituación de tratamientos farmacológicos prolongados.
La uña de gato posee potentes efectos antiinflamatorios, resultando muy eficaz para el tratamiento de los reumatismos en general. Además previene los problemas cardiovasculares y puede ayudar a paliar los efectos secundarios de la quimioterapia.
El diente de león estimula el aparato digestivo (aumenta la secreción de bilis) y se utiliza para paliar la mayoría de trastornos digestivos: hipoacidez gástrica, estreñimiento y mal funcionamiento del hígado. Además posee efectos laxantes y diuréticos suaves, sirviendo para el alivio de cálculos renales y para la eliminación de impurezas del organismo.
La cola de caballo es un gran remineralizante y es conocida como remedio para combatir las enfermedades articulares, reumáticas y las fracturas ya que favorece la síntesis del colágeno en huesos y cartílagos. También se utiliza para eliminar líquidos y para frenar la caída del cabello y la fragilidad de las uñas.
Del árbol de té se utiliza el aceite destilado de sus hojas, que presenta una acción antiséptica triple (contra las bacterias, los hongos y los virus), es antiinflamatorio, balsámico, expectorante y desodorante. Es conocido por sus usos en cosmética por sus propiedades regeneradoras y oxigenadoras de la piel, especialmente en los casos de acné, heridas, verrugas o cabello graso.
Por último descubrimos la ñame, planta “femenina” por excelencia, de uso milenario pero poco conocida en occidente. Dado su contenido en diosgenina – que al entrar en contacto con los ácidos del estómago se transforma en una molécula de progesterona idéntica a la generada por el ser humano – es utilizada para paliar los efectos del síndrome premenstrual, los calambres menstruales, la menopausia y la sequedad vaginal.
La dosis y la frecuencia deberán ser siempre prescritas por un facultativo especialista en la materia.
Fuente: Mia. Nº 1.328. Febrero 2012 y www.infito.com
Imagen: buskonia.com
Alabada sea la fitoterapia! Buen articulo. Yo me acabé de aficionar mediante una asignatura en la universidad y realmente es un mundo apasionante. No puedo vivir sin grandes vasos diarios de infusión de tomillo, que tiene infinitas propiedades y sienta de maravilla, sin azúcar. Y la hierva luisa me la recomendó una paciente, que la utilizaba para cualquier molestia procedente de la cavidad abdominal… mano de santo!