«Jugar con el ordenador durante la comida puede afectar tu sensación de plenitud, tu recuerdo de lo que comiste y hacer que luego tengas ganas de merendar», así lo demuestra un reciente estudio llevado a cabo con dos grupos de participantes.
Imagen: NeoGaboX
Un grupo comió su almuerzo sin distracciones; los otros jugando solitario en sus equipos mientras comían. Los resultados: «Las personas distraídas (los que jugaron solitario) se sintieron menos llenas después del almuerzo y comieron significativamente más galletas en la prueba de sabores en comparación con los participantes no distraídos». En conclusión: los que comen distraídos son más propensos a comer en exceso.
Estos resultados proporcionan una prueba más de que la distracción durante una comida tiene la capacidad de influir en comidas posteriores. También pueden ayudar a explicar la asociación bien documentada que existe entre las actividades sedentarias frente al monitor y el sobrepeso.
Así que la próxima vez que vayas a comer, además de comer lento, presta mucha atención a lo que estás comiendo, masticando y tragando. De esta manera podrás ayudar a controlar tu apetito en comidas posteriores.
Vía | ajcn.org