Menú Cerrar

No esperes hasta sentirte bien para hacer algo

Hacer algo para sentirte bien te pone de humor para seguir haciéndolo.

No debes esperar hasta tener ganas de hacer algo para entrar en acción. Si tan sólo comienzas, tendrás ánimo para continuar haciéndolo. En el caso del ejercicio esta premisa aplica muy bien. Muchas veces no nos vemos poniéndonos los zapatos y saliendo a correr, paseando en bicicleta después del trabajo o haciendo unas repeticiones de abdominales antes de dormir. Quizás pensarás que es muy difícil por tu situación actual.

CorrerPuedes ponerte un montón de excusas (está haciendo frío, no tengo tiempo o lo que sea). Seguramente lo que te falta es motivación. ¿No me crees? Te daré un ejemplo: piensa en algo que desees con mucha fuerza… hazlo, imagínate bien lo que quieres. Si te dijera que voy a conseguir eso que tanto deseas, pero antes tienes que salir a caminar 10 minutos, ¿no lo harías? Eso es motivación.

Comienza a hacer algo, te aseguro que una vez que te pongas en marcha, te sentirás bien y te complacerá lo que haces. Haz la prueba ¡y comienza YA! Puedes empezar por sacar a pasear al perro, subir las escaleras de tu edificio o simplemente salir a caminar un rato.

Si sigues leyendo es porque decidiste dejarlo para después…

¿Qué hago para motivarme?
«Para motivarme a hacer ejercicio, me hago una imagen mental de lo bien que me siento después de hacer algo bueno por mi. Me imagino mi cuerpo saludable, en forma y también con un aumento de energía, gracias al ejercicio. Pienso que gano mucho haciendo lo que tengo que hacer y vale la pena ponerme en marcha. Me decido y comienzo, un paso, otro paso y así sucesivamente…»

Me voy a hacer ejercicio… ¡hasta luego!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.