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Maternidad en Verde

El fenómeno de la nueva ecología reflejada en la dieta, el estilo de vida, el respeto por la naturaleza y la vuelta a lo natural pisa con fuerza también en la maternidad del siglo XXI. Cada vez son más las madres que optan por seguir un estilo de vida que respete el equilibrio con la naturaleza, consumiendo productos ecológicos, reciclando, reutilizando y transmitiendo a sus hijos unas convicciones y unos valores respetuosos con el medio ambiente.

niña caminando
La educación "en verde" es básica reducir el impacto sobre el planeta.

Las pautas de consumo de las «ecomadres» se centran en la comida ecológica, los tejidos naturales y los productos biológicos. En algunas ocasiones siguen una dieta vegana (exclusión de cualquier producto de origen animal), ovolacteovegetariana (se incluyen los huevos y los productos lácteos) o macrobiótica (búsqueda del equilibrio físico y emocional a través de la nutrición y la combinación de la energía ying – yang de los alimentos). El reciclaje, los pañales ecológicos reutilizables, la compra de productos de comercio justo, la sustitución de las compras por el trueque o la elaboración casera de productos como pan o conservas son otras de sus características.

Respecto a la salud, la tendencia es el uso de medicinas alternativas y holísticas (como la homeopatía) o la combinación de éstas con la medicina actual en caso de resultar necesario. En algunos casos dudan sobre si es necesaria o no la vacunación de sus hijos con arreglo a lo establecido por los servicios sanitarios.

Uno de los aspectos más importantes y relevantes es el referido al parto y la crianza. Defienden el parto natural y respetado, donde la madre sea escuchada y tenga libertad para expresar sus necesidades y preferencias antes y durante el parto. El parto natural en casa es una tendencia al alza, si bien en España menos de un 1% de los nacimientos tienen lugar en el domicilio y sólo entre el 1 y el 2% de las embarazadas españolas prefieren un parto libre de oxitocina (hormona que induce y acelera el parto) y anestesia epidural. En el resto de Europa son entre el 20 y el 30%. Respecto a la lactancia, defienden una lactancia natural prolongada, el colecho (que los niños compartan cama con los padres)  y la crianza con apego. Aproximadamente el 80% de las españolas decide amamantar a sus hijos cuando dan a luz, pero tres meses después del parto casi la mitad abandonan. Ello se debe, en gran medida, a las dificultades de conciliación de la vida laboral o profesional de la mujer con su rol de madre, viéndose obligada a sacrificar la lactancia natural ante la falta de ayuda y apoyo que le brinda la sociedad actual.

En lo referente a la educación, algunas (las que pueden asumir el coste) optan por madres de día: educadoras profesionales que ofrecen en su propio hogar – adecuadamente adaptado y equipado – un servicio de atención y cuidado al menor de tres años, en grupos muy reducidos, de 3 o 4 niños, y en un ambiente familiar. Se trata de una figura muy popular en países como Alemania y Francia, donde están subvencionadas por el Estado. Otras los educan en casa: hasta 850.000 españoles (la mayoría mujeres) que decidieron dejar su empleo o trabajar a tiempo parcial en 2010 lo hicieron para cuidar a sus hijos debido al alto precio de los servicios de atención.

Y cada vez son más las madres y los padres que comparten experiencias, consejos e incluso ropa, cochecitos y demás utensilios infantiles en la red. Un ejemplo de ello es el blog Mamás 2.0 (una nueva generación de madres): es un círculo de mamás (abierto también a los papás) donde compartir el día a día, las dudas, las experiencias, las emociones, recomendacios, recetas, remedios caseros….

Fuentes: «Magazine» de «El Mundo». Nº 642. 15 enero 2012 y naceunamama.com.
Imagen: jamesnava.com

1 pensamiento en “Maternidad en Verde

  1. Núria

    Veo que me puedo considerar una mamá «en verde». Tengo dos hijos, ambos de parto natural. Mi hijo menor, 17 meses, aún toma pecho, prefiero la homeopatia, las hierbas o las flores de bach a los medicamentos convencionales… sólo me faltaría ser vegetariana, aunque el jamón serrano me lo impide… me gusta demasiado 😉

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