La piel no sólo es el órgano más grande de nuestro cuerpo, que se encarga de regular la temperatura corporal y proteger los órganos internos de nuestro organismo. También es nuestra «carta de presentación» hacia los demás y por ello muchas personas se preocupan en mantenerla reluciente y con buena apariencia.
Uno de los aspectos más importantes para cuidar nuestra piel, aparte de una buena alimentación y ejercicio físico a diario, es mantenerla hidratada. A continuación detallamos algunos consejos:
– La hidratación empieza desde dentro hacia fuera. Así que lo primero que debes tener en cuenta es que es recomendable beber dos litros de agua diarios.
– Los productos hidratantes (crema, jabones…) deben utilizarse a diario. Hay que ser especialmente cuidadosos con las manos, ya sea con un producto especial para las mismas o con el que se usa para el resto del cuerpo.
– En la alimentación, favoreceremos una piel sana si incluimos frutas frescas de temporada.
– Hay que protegerse del viento ya que es muy agresivo para la piel. Cuando hay viento fuerte se requiere rehidratación.
Fuente: Belleza y hogar. Núm. 179. Febrero 2008