Es obvio que a medida que aumenta el precio de los alimentos, las personas deben tomar decisiones para mantener su presupuesto. Un incremento en el costo de la vida hace que las personas empiecen a tomar decisiones en materia económica, generalmente, basándose en el precio de los alimentos.
En momentos de crisis se empiezan a reducir gastos, como las salidas a un restaurante, los alimentos orgánicos, debido a su mayor precio relativo y se dejan de comprar alimentos ricos en proteínas como la carne, el pollo y el pescado. Esto significa una mayor dependencia de las fuentes más barata de calorías: los carbohidratos refinados y los aceites vegetales.
A pesar que esta es la forma en que la gente decide el aspecto económico, esto trae consigo un horrible aumento de los niveles de inflamación silenciosa, seguido por el aumento de la obesidad y la aparición de enfermedades crónicas. Esto significa que cualquier ahorro inmediato en el consumo de alimentos pronto será superado por un aumento en los costos de atención médica en un período de tiempo relativamente corto.
¿Cuál crees que es la solución a este problema?