Comer grandes cantidades de comida en períodos rápidos no es algo sano. Deberías comer de una manera lenta y atenta para disfrutar el alimento y que tu cerebro esté enterado del proceso de comer y así le da tiempo a tu estómago de decir cuando está satisfecho. Nada bueno puede salir de comer grandes cantidades de comida rápida. No sólo somos probables a adquirir excesivas cantidades de calorías sino que me preocupan las ramificaciones mentales después de comer grandes cantidades de comida rápida -de la “posible culpabilidad” y malestar consigo mismos, para no mencionar la posible tentación de vomitar después de un tiempo (que abre la puerta a los desórdenes alimenticios y todo lo que eso incluye).
Bueno, en un nuevo estudio del Hospital de Niños en Boston, que usó adolescentes de 13 a 17 años de edad y los expuso a tres tipos de comidas de rápida preparación (todas incluyendo nuggets de pollo, papitas/patatas fritas y refresco de cola), los investigadores sugirieron que ciertos factores relacionados con los alimentos de preparación rápida pueden promover la ingesta excesiva de calorías debido a que:
* las comidas rápidas son bajas en fibra
* altas en sabores agradables
* altas en densidad calórica
* altas en la proporción de grasas
* y elevadas en azúcar en forma líquida.
Mi sugerencia es elegir opciones de comida rápida altas en fibra (¡si existen!) que tengan poca densidad calórica y una proporción de grasas más baja y evitar totalmente el azúcar en forma líquida. Esto significa elegir los restaurantes de comida rápida que tengan esos tipos de ofertas.
Fuente: WebMDBlog
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De nada! 😀 siempre hace falta, mucho falta, que te recuerden como es cuidarse estando en ciudad y sin ser budhista o algo así 🙂