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Flores de Bach: sanación y crecimiento personal

Las flores de Bach constituyen un sistema completo que emplea 38 esencias provenientes de 36 flores, un brote (Chesnut Bud) y agua solarizada (Rock Water) . La terapia fue creada por el médico inglés Edward Bach entre 1928 y 1935. Los remedios florales se elaboran a partir de una decocción o maceración en agua de flores maduras de diversas especies vegetales silvestres o naturalizadas (hasta 38). El resultado de la decocción o maceración se diluye en brandy en cantidades ínfimas para su conservación.

Flores de Bach
Remedios florales del Dr. Bach


Los remedios del Dr. Bach tienen diversas utilidades. En un sentido espiritual sirven para armonizar la conexión entre el ser interno (el alma) y la personalidad, mayoritariamente potenciando la intuición y la inteligencia emocional por encima del pensamiento automatizado y racional. El Dr. Bach consideraba que  la enfermedad no era física en su inicio sino que era el resultado de la cristalización de un proceso iniciado a un nivel más sutil en forma de conflicto entre el Alma y la Personalidad. Recordaba el Dr. Bach que la finalidad de la enfermedad es ayudarnos a corregir el error que está obstruyendo la correcta comunicación entre el Yo Superior y nuestra personalidad, es decir, facilitar la reconexión con nuestra esencia.  Según afirman los terapeutas florales, las flores trabajan los cuatro planos básicos del ser –  espiritual, mental, emocional y físico – de forma simultánea, de modo tal que dicha terapia es considerada una terapia holística pero también un buen instrumento de crecimiento personal.

Las flores sirven tanto para acompañar y/o impulsar un proceso de cambio y tratamiento de patrones de pensamiento a nivel profundo como para situaciones puntuales como viajes, exámenes y otros problemas cotidianos. Trabajando a nivel emocional, cada una de las flores hace énfasis en una emoción: los miedos conocidos, los desconocidos, la angustia, el aprendizaje a partir de los cambios, los desequilibrios internos (por ejemplo, hormonales) entre otras. Si bien es cierto que en las farmacias podemos obtener cada una de las flores por separado en función de lo que expresemos al farmacéutico, lo cierto es que resultará más eficaz para el proceso de sanación y/o crecimiento personal acudir a un terapeuta especializado. Tras una entrevista inicial, el terapeuta nos preparará una mezcla de los remedios florales que necesitemos en función de nuestra situación en ese momento y de nuestros rasgos personales, pudiendo ir modificándolo según nuestra evolución.

Las flores de Bach pueden tomarse con la frecuencia que se desee  y se recomiendan también para niños y embarazadas. No obstante, siempre hay que tener presente que tanto las flores de Bach como el resto de terapias holísticas sirven para proporcionarnos un mayor estado de conciencia,  un empuje en el inicio del camino hacia el bienestar y la paz interna. Su función principal es recordarnos  que todo lo necesario para lograr un estado óptimo de salud y bienestar ya lo tenemos en nuestro interior. Sólo hace falta descubrirlo.

Libro recomendado: «Las flores de Bach: cúrese usted mismo».  Autor: Edward Bach. Libreria Argentina (Uniyoga), 2009.
Imagen: astro-bienestar.com

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