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El distrés es malo, el eustrés es bueno

Reducir el estrés

Pocos bípedos amantes de la diversión lo saben, pero no todo el estrés es malo. Mucha gente quisiera eliminar todo el estrés, pero eso no es posible. En absoluto. Existen dos clases distintas de estrés, tan diferentes entre ellas como la euforia y su raramente mencionada emoción opuesta, la disforia.

Por distrés se entiende un conjunto de estímulos dañinos que te debilitan, te restan confianza en ti mismo y fuerza para actuar. Ejemplos son la crítica destructiva y los personas ofensivas. Este tipo de cosas hay que evitarlas.

Eustrés, por otro lado, es una palabra que la mayoría probablemente nunca haya escuchado. Eu-, el prefijo griego que significa «saludable», se usa en el mismo sentido en la palabra «euforia». Los ejemplos a seguir que nos impulsan a superar nuestras limitaciones, el entrenamiento físico gracias al que nos deshacemos de nuestros michelines y correr los riesgos que nos sacan de nuestra cómoda esfera de actuación son ejemplos de eustrés: estrés sano que constituye un estímulo para crecer.

Quienes evitan las críticas fracasan. Hay que evitar la crítica destructiva, no toda forma de crítica. De igual manera, no se puede avanzar sin eustrés, y cuanto más eustrés podamos crear o aplicar a nuestra vida, antes haremos nuestros sueños realidad.

El secreto es saber distinguir entre uno de otro.

Así que ten presente que no podemos eliminar todo el estrés. Lo que si podemos hacer es aumentar el eustrés mientras eliminamos el distrés.

Fuente: La semana laboral de 4 horas. Timothy Ferriss. Integral. Pág. 63.
Imagen: lululemon athletica

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