Efectos del Alcohol en la Dieta

Artículo escrito por Cynthia Rodríguez de MenuDiet.

Es común que en las dietas de adelgazamiento el alcohol sea uno de los elementos prohibidos, lo cual se debe principalmente a su aporte calórico. Los dietistas de MenuDiet.es nos muestran en el siguiente artículo los peligros y beneficios del alcohol.

Las calorías por gramo que nos aporta el alcohol son muy superiores a las calorías que nos aporta un gramo de azúcar, estamos hablando exactamente de 7 kcal/gramo del alcohol frente a 4,5 kcal/gramo del azúcar. Esto hace que incluso el consumo moderado de alcohol no esté recomendado en las dietas de adelgazamiento. Sin embargo, en las dietas normocalóricas no se descarta la inclusión de un par de copitas de vino o un par de cervezas al día pues los estudios han demostrado que el consumo moderado de etanol tiene efectos positivos sobre la salud.

Beneficios del consumo moderado de alcohol

•       Protección cardiovascular y cerebrovascular: Este hecho se debe principalmente a que el consumo moderado de alcohol inhibe la agregación plaquetaria, y por tanto, favorece la “limpieza” de los vasos sanguíneos al evitar la formación de trombos. Esto reduce el riesgo de accidentes cardiacos y cerebrales, estos efectos positivos se dan sobretodo con el consumo de los bebidas fermentadas, así que siempre es preferible comprar vino o cerveza a la hora elegir una bebida alcoholica. Existen otras causas para explicar esta mejora sobre el sistema vascular como es por ejemplo el aumento de las HDL (colesterol bueno).

•       Reduce el riesgo de demencia: Parece que el consumo moderado consigue aumentar la formación de un neurotransmisor, la acetilcolina, estimulando el aprendizaje y la memoria.

•       Se relaciona con una disminución de la sintomatología en casos de artritis reumatoide y beneficios sobre la masa ósea.

•       Mejora el aprovechamiento de los azúcares por parte de la insulina, reduciendo el riesgo de diabetes.

•       Ligero efecto diurético que mejora la detoxificación del organismo y mejora el trabajo de los riñones.

Por otro lado, debemos valorar el consumo excesivo de alcohol que en este caso, resulta especialmente perjudicial para la salud.

Peligros del consumo excesivo de alcohol

•       Tendencia al sobrepeso por gran ingesta calórica. En casos extremos en los que el alcohol aporta más del 50% de las calorías de la dieta este efecto se invierte, provocando una pérdida de peso alarmante que se debe en gran medida a la destrucción de la masa muscular.

•       Reduce el aprovechamiento de nutrientes, disminuyendo sobretodo la absorción intestinal de folatos, vitaminas B1 y B6, calcio y magnesio. Este es un hecho de especial gravedad en mujeres embarazadas ya que se podrían dar problemas durante el plegamiento del tubo neural del embrión.

•       Daño tisular en órganos como el hígado (cirrosis y/o hepatitis) y el páncreas (pancreatitis) que participan activamente en los procesos de digestión y aprovechamiento de nutrientes. La destrucción de la mucosa no tiene lugar sólo en el estómago, sino que se puedan alterar zonas de la boca, faringe, esófago y duodeno. El resultado puede ir desde una úlcera hasta un proceso canceroso.

•       El aumento de la secreción gástrica produce alteraciones estomacales (gastritis y ulceración) y digestivas (destrucción de la flora intestinal y problemas en la motilidad), que vendrán acompañadas de la pérdida de apetito, nauseas y otras molestias que acrecentarán el riesgo de malnutrición.

•       Alteraciones en la digestión de azúcares y en la liberación y actuación de la insulina, que puede conducir a diabetes tipo II.

•       El deterioro cerebral, debido en gran medida al aumento del PH de los fluidos corporales, se asocia a problemas físicos y psicológicos. A este nivel, afectan también los cambios hormonales y enzimáticos que van teniendo lugar en el organismo con la ingesta excesiva de alcohol a lo largo del tiempo.

Como hemos visto, el consumo excesivo de alcohol de forma frecuente constituye una grave amenaza para nuestra salud.

Se recomienda evitar su consumo durante las dietas de adelgazamiento y no superar las 2 o 3 copitas de vino o cerveza en una alimentación normal. Los excesos deben evitarse siempre y se cometen, es fundamental que se haga sólo de forma ocasional.

Dentro de las bebidas alcohólicas las más valoradas por sus beneficios en un consumo moderado son las llamadas bebidas fermentadas (vino, cerveza y sidra) pues contienen vitaminas, minerales y sustancias antioxidantes que aportan grandes beneficios al organismo.

Artículo escrito por Cynthia Rodríguez de MenuDiet.