Efectos de Ver TV en Niños… y Adultos!

Niños absortos viendo la televisión:  Es uno de los escenarios más comunes en las casas de cualquier parte del mundo, y es que es muy cotidiano que los padres (o cuidadores) pongan a los niños frente a la TV para ganar algo de tiempo en las labores diarias. Al ser los niños tan demandantes de atención, esta es una acción que se repite mucho en los hogares.

El hecho de que sea una acción repetitiva y frecuente; no necesariamente significa que está bien. De hecho, hay muchos padres que se sienten motivados a mostrarle a sus pequeños videos » educativos» con la equivocada idea de que puede contribuir para su desarrollo.

Nada más contrario a esto, estos programas no tienen ninguna utilidad para estimular las capacidades cognitivas y sociales de los niños. Principalmente se debe a que los infantes no pueden entender lo que están viendo. Además la exposición a la TV reduce el juego creativo de los niños, así como la interacción social con su familia y otros niños, tan necesaria para su desarrollo.

Ver demasiada televisión puede provocar graves problemas de salud en los niños, como desarrollo tardío del lenguaje, trastornos en la alimentación,  obesidad, diabetes, autismo o una pubertad prematura en las niñas, según concluye un estudio publicado en la revista británica «Biologist».

«Permitir que los niños continúen viendo tanta televisión muestra una falta de responsabilidad por parte de los padres», señala Sigman (director del estudio y miembro del Instituto de Biología del Reino Unido), tras identificar que estar expuesto a la pantalla en exceso puede desencadenar miopía, dos tipos de diabetes distintas, trastornos de sueño y cáncer.

La investigación alerta de que ver la televisión suprime la producción de melatonina, una hormona que desarrolla funciones relacionadas con el sistema inmunológico, el ciclo del sueño y el comienzo de la pubertad.

Definitivamente, es responsabilidad de los padres encargarse de que sus hijos obtengan más beneficios con el juego no estructurado, acorde a su estadio de desarrollo. La idea es comprometerse en actividades que motiven el pensamiento creativo, el razonamiento y la solución de problemas.

No sólo los niños están en riesgo: Sigman añade que cada hora de televisión de más entre los 20 y los 60 años incrementa el riesgo de desarrollar Alzheimer. Además existe una relación entre prolongadas horas de exposición a la TV y el sedentarismo.

Definitivamente, como adultos debemos poner el ejemplo para nuestros niños y aprovechar del tiempo juntos, sin comerciales ni interrupciones.

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