Un estudio realizado por Phoenix -basado en Kronos Longevity Research Institute (KLRI)- encontró que una dieta rica en ácidos grasos omega-3 mejora la sensibilidad a la insulina y reduce los indicadores inflamatorios, pero no altera la respuesta endocrina en adultos mayores. Este estudio fue publicado recientemente en Hormones and Metabolic Research.
«A medida que envejecemos, la secreción hormonal y la respuesta de las células disminuye, quizás por la pérdida de fluidez de la membrana celular o una alteración de la membrana», dijo el doctor S. Mitchell Harman, MD, PhD, Director y Presidente del Kronos Longevity Research Institute. «Los estudios en animales han demostrado que los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a las señales hormonales a entrar en las células cuyas membranas celulares han sido afectadas por la edad.»
El omega-3 son ácidos grasos poliinsaturados que se encuentran en ciertos alimentos naturales, como el pescado, especialmente el salmón y el atún. Son conocidos porque ayudan a proteger contra las enfermedades del corazón. KLRI examinó los efectos de una dieta rica en ácidos grasos omega-3 en la pérdida del equilibrio hormonal que se produce en condiciones normales de envejecimiento. KLRI contrató hombres y mujeres mayores de 60 años para investigar si una dieta rica en ácidos grasos omega-3 mejoraría su función endocrina.
«Es posible lograr cambios significativos en las moléculas de grasa de las membranas celulares después de períodos relativamente cortos en los cambios de dieta», dijo Panayiotis Tsitouras D., MD, Directora Clínica en KLRI. «Queríamos ver si podíamos mejorar la función mental, los niveles hormonales en reposo y / o bajo estrés y la función inmune, hacia un patrón más similar a los individuos más jóvenes».
En este estudio, todos los participantes recibieron una dieta occidental convencional con una grasa definida y una ingesta diaria combinada de aceite de oliva y aceite de maíz durante seis semanas. Para las siguientes 8 semanas, los participantes se colocaron en una dieta con altos contenidos de omega-3 de pescado y suplementos adicionales de aceite de pescado, altos en grasas omega-3 poliinsaturadas. En este estudio se ha administrado el nivel más alto conocido de omega-3 en comparación con los estudios anteriores.
Durante la última semana, los ácidos grasos de la membrana se midieron con cada dieta. La sensibilidad a la insulina también se evaluó. Los resultados mostraron que en una dieta rica en omega-3, los triglicéridos se redujeron en las mujeres y los ácidos grasos libres se redujeron en los hombres. La proteína C-reactiva también se redujo con una dieta rica en omega-3. No se encontraron cambios en parámetros metabólicos o la respuesta hormonal.
«Llegamos a la conclusión que una dieta rica en omega-3 aumenta la sensibilidad a la insulina y reduce los indicadores inflamatorios», dijo Harman. «Sin embargo, no se alteró la respuesta endocrina después de ocho semanas.»
Vía | medicalnewstoday
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