Desarrolla hábitos saludables para tu espalda

En un reciente artículo tratamos el tema Evita los molestos dolores de espalda, y siguiendo la misma temática, a continuación te damos unos simples consejos para aliviar la presión de tu espalda:

• Mientras realices tareas ordinarias como planchar o doblar la ropa, trata de mantener un pie en un pequeño escalón.
• No permanezcas sentado o de pie en la misma posición durante mucho tiempo. Estírate, cambia de posición o da un paseo cuando puedas.
• Cuando te flexiones desde la cintura, siempre utiliza tus manos para mantenerte.
• Cuando estés sentad@, trata de mantener las rodillas un poco más alto que tus caderas y dobladas en un ángulo de 90 grados. Siéntate cómodamente con tus pies en el suelo. Si las plantas de tus pies no llegan al suelo, pon un libro o un pequeño taburete debajo.
• Debido a que el uso de la aspiradora puede ser costoso para tu espalda, haz frente a las habitaciones en trozos, no inviertas más de 5-10 minutos a la vez haciendo esta tarea.
• Elije una silla de oficina que ofrezca un buen apoyo a tu espalda (de preferencia con un respaldo ajustable, soporte lumbar, brazos y ruedas), y arregla tu espacio de trabajo para que no tengas que hacer un montón de torsión.
• Trata de no sobrecargar tus maletines o mochilas.
• Realiza paradas frecuentes al conducir distancias largas.
• Mientras conduzcas, siéntate en tu asiento y si tu asiento no te proporciona suficiente apoyo, coloca una manta enrollada o algunas toallas detrás de tu espalda inferior. Prueba a cambiar tu peso de vez en cuando. Si dispones de control de crucero, úsalo cuando puedas. También considera el uso de un cojín de espuma para absorber algunas de las vibraciones.
• Duerme hacia un lado si puedes y dobla tu cuerpo un poco. También, elije una almohada que mantenga la cabeza nivelada con la columna vertebral; tu almohada no debe levantar la cabeza demasiado alto ni doblarla. Elije un colchón que soporte suficientemente la columna vertebral (para que no se afloje en la cama) y que siga los contornos de tu cuerpo.

Vía | www.health.harvard.edu