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Comer sano y barato

¿Quieres comer sano sin dejar el sueldo en el supermercado? Con el actual aumento de los precios, seguramente estás teniendo dificultades al estirar tu presupuesto para comer sano y barato.

Pues, no eres el único. Pero antes de dejar de comprar fruta fresca, carne, vegetales y otros artículos que a menudo son percibidos como costosos, revisa y pon en práctica estos consejos del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan. Holly Scherer, R.D., asegura que puedes seguir algunas directrices fáciles para comprar alimentos sanos, en lugar de cambiar a una dieta de patatas o papas fritas, macarrones con queso o una de comida rápida y hamburguesas.

Ella sugiere que hagas tu propio café, compres frutas y vegetales de temporada, de vez en cuando reemplazaces la carne con fuentes de proteínas como huevos y frijoles, y no caigas en tentaciones de comida rápida.

«Mediante la planificación a futuro, comprando en descuento y probando los productos genéricos o las propias marcas de la tienda, realmente puedes ahorrar una cantidad significativa de dinero, mientras proporcionas alimentos sanos y bien equilibrados para tu familia.»

Frutas y vegetales

Compra alimentos de temporada porque suelen ser más frescos y baratos. Intenta comprar los paquetes grandes porque pueden ser más baratos que las unidades individuales.

Si compras alimentos que no son de temporada, los congelados pueden ser un poco más baratos y frescos (fueron congelados al momento de su recolección).

Si piensas que estás gastando mucho, intenta cultivar tus propios alimentos. Puedes colocar las plantas en macetas o porrones y además te pueden servir para decorar la casa.

Proteína

Las proteínas pueden ser el grupo más difícil de adaptar a un presupuesto. Quizás el filet Mignon o las langostas estén fuera de tu alcance. Pero se puede conseguir proteína sabrosa y a buen precio.

Lo mejor es comprar alimentos poco preparados (o procesados). Tu puedes sazonar tus propios alimentos. Incluso puedes preparar aliños más sanos, con mayores nutrientes y mucho menos sal que los del supermercado. Al comprar el pollo lo mejor es elegirlo con el hueso porque es más barato que los que vienen en filetes.

La carne no es tu única opción. Considera la posibilidad de reemplazar la carne con un sustituto proteico un par veces a la semana. «Puedes pagar hasta tres veces más por onza de carne en lugar de comprar un sustituto como los frijoles, huevos o crema de cacahuate o maní», dice Scherer.

Granos o frijoles

Al igual que ocurre con las fuentes de proteínas, lo mejor es comprarlos poco preparados o procesados. Prefiere el arroz integral. Compra paquetes grandes de avena de cocción rápida en lugar de paqueticos de harina de avena instantánea.

Y es una buena idea comprar pan, muffins (o magdalenas) o tortillas de trigo cuando estén a la venta y congelar cualquier extra que no vayas a utilizar antes de la fecha de caducidad, dice Scherer.

Bebidas

Uno de los mayores ahorros es comprar un filtro para el agua en vez de comprar agua embotellada. Además, comprar jugo concentrado en lugar de una botella o recipiente de jugo te puede ahorrar algo de dinero.

Para los amantes del café, lo mejor es preparalo en casa que salir todas las mañanas a la cafetería. Con lo que gastas en una taza de café te puedes comprar un paquete de café para prepararlo en casa.

Meriendas

En vez de comprar paquetes de 250 calorías de papas o patatas fritas, pretzels o lo que sea, es preferible que prepares tu propia medienda en bolsitas. Puedes incluir raciones pequeñas de frutos secos, semillas y frutas.

Consejos generales

– Mira los productos genéricos o los de la marca del supermercado.

– Busca los recipientes o cajas más grandes para ahorrar algo de dinero. Para ver si realmente es mejor, compara los precios unitarios de los recipientes más grandes y más pequeños.

– Llena tu inventario con productos no perecederos cuando estén en oferta.

– Evita la tentación de las galletas del pasillo o el pasillo de las galletas. «Pasa más tiempo en el lugar de la tienda donde están los productos frescos y realmente se centran en las frutas, los vegetales, las carnes magras y los alimentos con bajo contenido de grasa láctea», dice Scherer.

– Usa cupones, pero sólo para las cosas que normalmente comprarías y no un montón de alimentos con alto contenido de grasa y azúcar.

– Cocina en tu casa en lugar de salir a comer. Nuestros padres lo hicieron así por mucho tiempo. Antes no era tan usual salir a comer.

– Cuando salgas a comer y te des cuenta que el restaurante sirve porciones grandes, pide lo que sobre para llevar y así tendrás el almuerzo del día siguiente.

¿Qué más se te ocurre para comer sano y barato?

Vía | medicalnewstoday.com

5 pensamientos en “Comer sano y barato

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  2. Pingback: Cómo ahorrar en la comida

  3. Aurora

    Me ha encantado vuestra web. La he conocido por casualidad, navegando por la red. Seguid así, felicidades!

  4. Sergio Poato

    la verdad que comer sano con la comida tradicional es muy complicado y muy caro existen toras formas de incorporarse los nutrientes que necesitamos en bajas calorias en forma simple rápida y ahorrando dinero todos los dias!!

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